Valle Gran Rey, La Gomera, Domingo 15 de enero de 2023
No soy fanática de visitar iglesias, normalmente están sobrecargadas de decoración y de santos. A veces hasta miedo me dan. Pero a Michel le encantan. En nuestros viajes, las iglesias son paradas obligatorias, por razones históricas o simple curiosidad turística.
En Mayo pasado estuvimos en Armenia, primer país cristiano del mundo. La Iglesia apostólica armenia es la iglesia nacional mas antigua del planeta. Las iglesias, tienen una arquitectura particular, son de piedra, sobrias y la mayoría muy austeras también al interior. Dentro de los templos, las mujeres debemos cubrirnos con un velo y al salir, no se debe dar la espalda al altar.
Desde Erevan nos fuimos hasta Goris, para tomar el teleférico mas largo del mundo: Las alas de Tatev (5.7 Km). Asi llegamos al Monasterio de Tatev, al borde de un acantilado que da vértigo.
Adentro, hay personas que esperan por la bendición del sacerdote. Yo también me acerco para recibir mi parte. El sacerdote oró por mi y me regaló un collar con una cruz tejida en nylon, el cual usé hasta hace tres días.
Hace tres días, nos vamos caminando hacia la playa del Valle Gran Rey, en La Gomera. Desconfío del radiante sol y me voy bien cubierta con un cuello tortuga rosa. Cinco minutos después tengo calor, me quito el sweter, me aseguro de tener mis lentes y mis zarcillos. Quinientos metros mas abajo, me doy cuenta que he perdido mi cruz. Nos devolvemos a buscarla, debe ser muy fácil encontrarla es de color azul rey y la arena es negra. El sendero es transitado y nos hemos topado con media docena de caminantes. Hicimos el camino de regreso, sin éxito. Me digo que a alguien debe bendecir mi cruz.
Ayer tomamos el mismo camino, comentamos : ¿ donde habrá caído ?
Hoy hemos salido a dar un corto paseo, en el sendero GR132, hasta un mirador mas arriba de la Iglesia de los Santos Reyes. De ida, no le doy mas importancia a la Iglesia. Esta cerrada. De regreso, le doy la vuelta, buscando los horarios. En la puerta principal, hay algo colgado. Pienso, debe ser la llave. Como en algunas iglesias armenias donde dejan la llave a disposición de los fieles. Me acerco. ¡Que sorpresa ! ¡ Es mi cruz de Tatev !
Gracias peregrino. ¡Qué buena idea tuviste !
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